feliz año nuevo
Intento hacer una reflexión sobre este año que se nos va. Resumiré al 2005 como un tipo de Twilight Zone en mi vida. Hay un episodio en específico de ese famoso programa llamado el Mirror Image que me parece particularmente singular, diría que hasta paralelo a mis vivencias este año, aunque no de un modo literal. En el episodio una mujer encuentra a alguien idéntica a ella, que está tomando su lugar en la vida. Al parecer todos tenemos un doble, en alguna otra dimensión y su realidad discurre en la nuestra. Como dos de una misma cosa no pueden co-existir -pues esto supondría caos, competencia por supervivencia, quizás hasta destrucción- una de las dos tiene que partir, al menos de este plano de existencia. La única diferencia es que mi doble discurrió en mí misma. Fue un año complejo, lleno de logros, amor, tiznado de alguna tristeza, alguna depresión que me dio a probar lo que es tocar fondo. Y no tengo ninguna verguenza al decir que no fui del todo la Jo que acostumbro ser. Mas, como después que se toca fondo no se puede llegar más abajo, lo que resta es subir. Resurgir como burbuja, llegar hasta la superficie, inhalar vida. No recrimino nada a la Jo que fui este año, de ella aprendí lo que es poder tener un halo de comprensión, de paciencia con las personas que quizás estén pasando o lleguen a pasar por un proceso similar. También aprendí a no cogerme pena: shit happens, EVERYDAY. La vieja Jo retomará ese papel de "what I want, I get" este año...creo que es algo que necesito y que me hace muuuucha falta de ella. La vieja Jo renacerá dos veces este año que comienza para darle paso a la nueva Jo: primero, el día de año nuevo y segundo, el día de su cumpleaños, que ya se aproxima. Veinticinco años, 2005, la peseta: un punto de bifurcación en el camino que no fue facil de recorrer, pero puedo decir orgullosa, que lo hice, no me di por vencida y hubo tanta gente para darme direcciones que no estaban en el mapa. Y aun cuando no los nombre a cada uno en esta reflexión, saben que de las bondades del corazón sólo Dios se encarga y esa bondad se multiplica como bendición para ellos mismos. Ahora, ¿quién pudo más? ¿La Jo real -la vieja- o la de este año, que no es menos real y que me sonreía cínica desde el espejo? La contestación a esta pregunta me lleva a mi primera resolución: no mirarme tanto en el espejo, hay reflejos que no se ven en un simple cristal, sino en las huellas que se dejan en el camino andado. La vieja/nueva Jo ha llegado para quedarse. La del espejo puede esperar.