domingo, febrero 25, 2007

la ventana



aquí no hay listas de amigos selectos,
ni círculos de elite en los que pueda o no entrar si conozco a tal cual.
nadie que me juzgue,
simplemente un vacío inmenso y yo conviviendo
que me recibe con los brazos abiertos.
aquí no hay que tener respuesta para todo,
tampoco se sienten los halones de la responsabilidad.

aquí puedo respirar.



lago dos bocas, utuado
la ventana, utuado

sábado, febrero 17, 2007

renunciando al machismo



A todos los seres machistas y ecogéntricos que conviven en nuestro ámbito laboral día a día;
a TODAS las mujeres que probamos que ese ego solo disfraza la mediocridad y el miedo detrás de toda palabra hiriente.


Presentó las razones de su partida:

- La realidad del caso es que no estoy haciendo nada de lo que estudié en este trabajo y quiero darme la oportunidad de crecer en mi profesión. Lo que me han ofrecido me parece justo y me entusiasma. Por eso le comunico que me voy y le brindo la cortesía de dos semanas para que pueda conseguir a alguien que ocupe mi puesto.

No hubo contraoferta, por el contrario, en su cara se fue cartografiando entre arruga y arruga el malestar.

- Bueno, pues respeto su decisión, pero déjeme decirle una cosa...

Lina había repasado en su mente, casi matemáticamente, la combinación de sapos y culebras que podrían salir por aquella boca. Pero nada la había preparado para lo que iba a escuchar.

No supo qué le ofendió más: que le dijera que ella no servía para esa profesión; que mejor estudiara abogacía; que en esa profesión las mujeres no sirven –sí, como lo leen- y que considerara algo más ‘de nenas’; que no podría pasar sus exámenes de reválida; que no daba el grado ni de office manager-como si ella estuviera esforzándose para serlo...En fin, poco faltaba para tener el descaro de argumentar que esa oficina era lo mejor que habría de pasarle en su vida y que debía estar agradecida por haber tan si quiera pisado ese lugar. Después de esta demostración de claro discrimen apto para radicar un caso más en el Departamento del Trabajo, Lina sonrió y con una paz que ninguno de los dos se sospechaba le dijo:

- Esa es su opinión, pero tanto usted como yo nos graduamos con los mismos requisitos, lo cual prueba que ambos tenemos la capacidad de desempeñarnos de igual manera en la misma profesión. Y si hay pocas mujeres en nuestra círculo profesional es por personas como usted que no promueven nuestro crecimiento dentro del ambiente y lo que instigan es un machismo generacional, coartando las verdaderas oportunidades de hacer una labor digna...por eso nos guardan en las oficinas, por miedo.

El pobre infeliz calló, tornóse su cara roja: no supo dónde meterse. Gagueó: de seguro le retorcía que una mujer, con sutileza y tacto, hubiese logrado calar más hondo que él con sus palabras y demostraciones de machismo ad hoc. Aquel pobre hombre..el muy infeliz vivía con tanto miedo de la competencia o perder su dinero, que la única manera de sobrellevar una situación era proyectando su propio miedo sobre las firmes decisiones de los demás. Desarmado de razón y sin saber qué decir, tragó su orgullo y preguntó la fecha de partida, mientras su mal humor dibujaba, subcutáneo, otra línea más para la colección.


Moraleja:

La educación y los buenos modales no se hacen con dinero gente. Son valores que se aprenden en casa.



foto obtenida de: http://www.witaf.at/NEWS/schwarzesbrett/061013-14_EGO/ego.jpg

viernes, febrero 09, 2007

propina

Multiplíquese el quince por ciento de tu mirada después de la sonrisa. Deslícese la palabra andariega a mi oido de tus manos y esbócese en la comisura del guiño las gracias que no te dan mis bocas.

lunes, febrero 05, 2007

teoría del color

él dice:

‘atrévete,
de cualquier color,
atrévete.’


yo propongo:

'teoría del color'
[y con tanto negro
me he quedado en blanco
y se me van hasta los colores
del atrevimiento].

jueves, febrero 01, 2007

traje negro


inquilino del temblor

Quiero vernos:
traigo el negro
de los ojos que he arrebatado de la noche.

“¿Te llevo?” pregunté.
Dijiste sí.

Voltié mis caderas y cómplices del movimiento serpentearon tus manos. En el roce, dedujo mi tacto tu sudor: olías a hombre. Imaginé entonces aquella pared como la superficie perfecta para hacer el amor.

pensé en querer,
pensé en poder,
pensé en poder querer.
en tu sexo duro contra mi cuerpo
en el último abrazo
o en el medio abrazo
que duró más que el sexo
de mi último cuerpo.

Vi querernos:
el negro arrebató de los ojos la noche.
Hoy te toco en mí,
aunque estén de luto mis dedos,
aunque aún te pueda llevar.

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