lunes, febrero 27, 2006
viernes, febrero 24, 2006
grito
enmudeció la calma.
por instantes
se coló alguna pretensión de silencio
y escribió con boca cerrada
los ojos del hambre.
[pero tus manos probaron saber
mis coordenadas de voz en su tacto
y como un hilo,
agudo y tierno,
recóndito como mi vientre,
concluyó nuestro encuentro.]
por instantes
se coló alguna pretensión de silencio
y escribió con boca cerrada
los ojos del hambre.
[pero tus manos probaron saber
mis coordenadas de voz en su tacto
y como un hilo,
agudo y tierno,
recóndito como mi vientre,
concluyó nuestro encuentro.]
domingo, febrero 19, 2006
jueves, febrero 16, 2006
péndulo
se develan los temores
en tránsito ajeno.
y así,
tahúrico,
como un rastro de verbos intransitables,
te devuelves a la incertidumbre.
ahora,
se desvelan unos sueños
en insomnio acafeinado.
(si alguien sabe, que me ayude...busqué la palabra cafeinado y acafeinado, pero la real academia no las tiene en su dominio...sé que descafeinado existe, pero no así si estaría correcto decir acafeinado o cafeinado...¿alguien sabe?)
martes, febrero 14, 2006
primera lectura de piel
quiero leerme despacio,
como el trazo que incide con cautela
en la faz del grito,
o en su murmullo:
apaleando las sombras que se inscriben
en la voz de mis voces.
quiero leerme despacio,
destilar el invierno de la ausencia ,
saborear el momento
en que la lengua toca al labio
y cálida,
remueve la sílaba,
apalabra la saliva
y saliva la palabra
al dispensar tu nombre en el mío.
quiero leerme despacio
con la viscosidad de dos cuerpos
enhebrados,
tejidos al verbo.
quiero leerme,
para escribirme
y pronunciarte conmigo,
a solas.
foto de: John Ritter
como el trazo que incide con cautela
en la faz del grito,
o en su murmullo:
apaleando las sombras que se inscriben
en la voz de mis voces.
quiero leerme despacio,
destilar el invierno de la ausencia ,
saborear el momento
en que la lengua toca al labio
y cálida,
remueve la sílaba,
apalabra la saliva
y saliva la palabra
al dispensar tu nombre en el mío.
quiero leerme despacio
con la viscosidad de dos cuerpos
enhebrados,
tejidos al verbo.
quiero leerme,
para escribirme
y pronunciarte conmigo,
a solas.
foto de: John Ritter
lunes, febrero 13, 2006
el anillo
Prefiero publicar esto hoy porque hacerlo pasado mañara sería aún más clichoso, quizás porque mañana también estaré bastante ocupada recordando o por el contrario, tratando de olvidar la fecha que es. Y no hablo de San Valentín, aunque admito que el día rojo empieza a hacer eco de otras cosas que están anotadas de manera invisible en mi calendario.
Hace un año usaba un anillo. Ese fue mi regalo. Fue la primera vez que dije "sí" y, monosilábica, acepté con eso no pensar solamente en mi, sino planificar de ahí en adelante un futuro para dos.
No diré que me siento feliz, porque no es cierto: hay un tono de nostalgia en todo esto y creo que eso se está permitido, porque al igual que los momentos de alegría, confirman que uno siente y que se está vivo. Mas, aún así, sé que quizás lo único que me llevo de ese suceso es una voz, la memoria sinestésica que dejó su perfume y más allá, la certeza de que amé al asentir a una pregunta que es tan compleja y tan sencilla, toda en una.
Quedo como testigo, de que se puede amar sin ver -aunque eso parezca una locura. El anillo fue un compromiso, precisamente, de eso.
sábado, febrero 11, 2006
otro viernes al mes
El tipo habla como si de eso dependiera su próxima comisión, como si estuviera obligado a hacer contigo su agosto en febrero. Trago va y trago viene y él sigue ahí: insistente. Si fuera por las miradas que matan, estaría ya -en lo que va de noche- en su quinto entierro. Pero no hay velorio, sólo un ubicuo bartender que de vez en vez se sonríe ante el circo. Sus cursos en labiología 101 no rinden fruto, aunque esté convencido de que cualquier mamito es un nene de teta al lado suyo. Miras con el ceño fruncido, porque cuando se ríe, lo único que ves son los pelitos negros que salen de su nariz. Te preguntas si aún usa los safety scissors de kinder. Pausas un segundo y te excusas para ir al baño. El sonríe y compruebas que no son efectos especiales de la mala iluminación: sus dientes permanecen nicotizados y amarillos. Las anillas de humo que expele de vez en vez también prometen cierto hedor. Una vez en el refugio, repasas el plano mental del lugar y calculas todas las salidas posibles. Mientras, te limpias y lees la promo del próximo happy hour; es inminente escapar. Decidida a poner en acción el operativo, te armas de valor para concluir la noche. Sin embargo, para tu sorpresa, una mujer cincuentona y de notables facciones pectorales se balancea ahora en unos tacones de aguja fina cerca de él. La tipa habla como si de eso dependiera su próxima comisión, como si estuviera obligada a hacer con él la caridad del día. El bartender te guiña un ojo. La puerta trasera ya estaba abierta y febrero nunca ha sido un mes fácil.
jueves, febrero 09, 2006
otro blogcillo
Este mes está parío! jeje..qué estaría haciendo la gente hace nueve meses, ah? Les presento el nuevo espacio virtual/poético del querido david caleb, alias elijah snow ...dénse la vueltita, que a todos siempre nos viene bien refrescarnos con otros idiomas. :)
~*^ words of zen/words obscene ^*~
miércoles, febrero 08, 2006
nuevo blog
Amadrinando la presentación en 'blogciedad' de Sinapsis: una zona especializada de contacto donde una neurona se comunica con otra, como lo describe su autora.
martes, febrero 07, 2006
segundo acto
foto de: tina west
se aglutinan un par de caderas. entonces ya no hay paréntesis, sólo intersección. presumen saber que después del uno llega el dos, mas ninguno sospecha que la geometría de los cuerpos no entiende de números. que decir dos en realidad es decir uno. que de ahí en adelante, para sumar, las matemáticas que fungen como codicia de manos y verbo, en esas, ya no aplican las mismas reglas de la otra. que las medidas se dan según el eje de x se aproxima al eje de y.
casi hasta tocarse en la arista invisible del deseo.
casi hasta olvidar que el espacio, la distancia entre uno y otro, se minimiza.
casi hasta olvidar que para que todo eso ocurra, no hay fórmula fija, ni resultado exacto.
que por el contrario, las variables son las que determinan cada caricia y las coordenadas las dicta algo tan perfectamente imperfecto como lo es la dermis que resbala -ahora sudorosa e inversamente proporcional al amor.
escoja usted su versión...
se aglutinan un par de caderas.
entonces ya no hay paréntesis,
sólo intersección.
presumen saber
que después del uno llega el dos,
mas ninguno sospecha
que la geometría de los cuerpos
no entiende de números.
que decir dos en realidad es decir uno.
que de ahí en adelante,
para sumar,
las matemáticas que fungen como codicia de manos y verbo,
en esas,
ya no aplican las mismas reglas de la otra.
que las medidas se dan según el eje de x
se aproxima al eje de y:
casi hasta tocarse
casi hasta tocarse
en la arista invisible del deseo.
casi hasta olvidar que el espacio,
casi hasta olvidar que el espacio,
la distancia entre uno y otro,
se minimiza.
casi hasta olvidar
casi hasta olvidar
que para que todo eso ocurra,
no hay fórmula fija
ni resultado exacto.
que por el contrario,
que por el contrario,
las variables son las que determinan cada caricia.
y las coordenadas las dicta algo tan perfectamente imperfecto
como lo es la dermis que resbala
-ahora sudorosa
e inversamente proporcional al amor.
cosas q me hacen feliz...
siguiendo la encomienda de goddess, aquí escribo algunas de las cosas que me hacen feliz:
- la sonrisa de un ninho
- el perfume de las gardenias
- el pastelón de queso de mami
- tener a mi familia cerca, en especial si me anhonhan, al igual que mis amigos/as :)
- cuidar de otros o ser de alguna ayuda, aunque sea en algo mínimo
- viajar!
- leer un bueno libro/escribir un buen poema
- la fascinación por aprender cosas nuevas -por mi sería eterna estudiante universitaria en ese sentido
- la caricia de mi pareja, cuando la tengo
- tener salud y vida para poder descubrir en el futuro otras cosas que me pueden hacer feliz.
sábado, febrero 04, 2006
jueves, febrero 02, 2006
primer acto
aún palpito.
y escala mi mano tu pecho
y hago las veces
de una mirada ligera,
amontonada y temblorosa
sobre tu púlpito poblado de vellos.
y estrujado y húmedo
te consumo,
me consumes:
34
24
36.
y escala mi mano tu pecho
y hago las veces
de una mirada ligera,
amontonada y temblorosa
sobre tu púlpito poblado de vellos.
y estrujado y húmedo
te consumo,
me consumes:
34
24
36.