miércoles, mayo 31, 2006

sin nombre


tenía los pies callosos desde que ella murió.

se acomodó al borde de la cama. bostezó. primero se rascó la planta de los pies en la alfombra. le daba gusto sentir el hormigueo en sus callos al compás del zigzag. se levantaba todos los días a la misma hora: siempre puntual, a las cinco, de madrugada. no perdía la costumbre: había que darle comida a los gallos. ahora la alarma del reloj reemplazaba el olor del café recién colao' de su viejita. a veces pensaba que la escuchaba hablar: "nene ¿qué quieres de desayuno?". pero cuando buscaba con la mirada en la habitación aún oscura, el único rastro de ella, era su ropa, la que extrañamente conservaba su olor aún después de tanto tiempo.
caminó hasta el baño, se lavó los dientes. cuando salió, se persignó frente a la cruz que colgaba en la pared. estaba junto a sus cenizas, en el altar improvisado. había todo tipo de cosas: un rosario, la última foto que se tomaron juntos, las flores que recogía para ella cuando caminaba por el terreno, una vela... "buenos días mama" exhaló en suspiro suave y profundo mientras encendía la mecha. "ay pechugona", así le solía llamar de cariño.."cuánta falta me haces".

miró sus pies: callosos; las uñas largas, sucias. siempre pensó que él moriría antes que ella. pero no fue así. ahora entendía el vacío que permeaba a diario en las cosas sencillas que ella solía hacer por él: no alcanzarse los pies a causa de su enorme pansa, era recordatorio suficiente.

foto de: ira korman

domingo, mayo 28, 2006

duda










la duda
permea:

se queda a
atar las manos
de cada pensamiento
y el silencio no es
sino un aliado
en la complicidad
de lo no dicho.

[en la complicidad
de lo que calla
lo dicho].


imagen de: mistral images

sábado, mayo 20, 2006

nada

viernes, mayo 19, 2006

margen











con todo lo que callas
y otorgas al silencio:
dime qué palabra quieres,
que ya no te haya dado.

hazme sílaba.
foto de: Lia Sáile

miércoles, mayo 17, 2006

muraraña araña


me he vestido de azul hoy
y voy
como descosiendo
telarañas de mi boca,
a ver si logro
deshacer el nudo
y atravieso mi garganta
y llego hasta mi centro.

me he vestido
de un azul prestado,
lo único que has dejado al irte
y mis manos intentan descender:
madeja,
cuerdas vocales,
garganta seca que te nombra.

y entre hilar y deshilar encuentro
y asirme a mi misma
...............-casi casi rasgando la pared-
te encuentro allí [aqui] adentro,
sentado:
tejiéndome este verso.

jueves, mayo 11, 2006

sin nombre












el dos se repite:

si mi centro hubiese llegado hasta ti
morir escindida sería lo de menos:
habría entonces un pedacito
para ambos
y yo retendría el mío
y cada cual ,
haría del olvido
lo que le venga en gana.

yo también recuerdo aquel principio
las ansias, la espera
el labio partido,
un latido:
la palabra que no falla.
mas un murmullo en la piel
inundó de pliegues mis manos:
casi humano te tornaste
al rondar la sonrisa
......................-la de mi rostro,
.......................la de mis piernas
.......................la de sentirme viva.

y si preguntas si todavía te amo
la respuesta está en la mirada,
en tu presencia exacta
tan llena de ausencia
cuando te pienso
como si aún
fueras
mío.

[y el final
solo llega como eco,
sin nombre,
cuando duermo.]

martes, mayo 09, 2006

6 letras revueltas-mírame


ira
mírame:
amé.
me iré.

lunes, mayo 08, 2006

particularmente oscura


¿No han sentido alguna vez, que están particularmente oscuros? Es decir, ¿como brevedad de una misión taaaan larga que es mejor ni mirar dónde comienza o dónde termina? Quizás es ansiedad por la situación del país -situación de la cual se me recuerda a diario en mi jornada laboral, porque ahora mismo del gobierno depende quedarme en mi trabajo -y el jefe no cesa de repetirlo, como grabadora. O igual, pensar que tu profesión era una cosa y ...sorpresa! ahora mismo no lo es, aparece como otra, se ha convertido en otra: es una puta del interés económico...Aquí nada se conserva, todo se desecha. Así es nuestro concepto del pais: las cosas son desechables, porque importa más el apartamento de pésimo gusto, de un millón, en el Condado -en el reciclado vocabulario neoclásico que se repite como artefacto hecho en una fábirca-, que guradar aunque sea un trazo de lo que dio forma al tejido urbano que tenemos ahora. Apartamentos que por cierto, se venden de una sentá, en un fin de semana. Un millón es una cosa tan despreciable...¿y de dónde sale tanto dinero con las cosas como están? Ser exclusivo o aparentarlo, tiene un precio...si vieran que todo es la misma mierda: sea la casa de pepito del pueblo o la de la alcurrrrnia de alta sociedad, solo cambia el zip code y claro, hay más espacio para los be eme.
Quizás es que soy pesimista- los capricornianos tendemos a serlo- o que creo en el amor hoy un poco menos que ayer -requeteconfirmado por el "don't push it" con el que me salió un seudo jevo que tengo o que para los efectos, que tenía... o porque el recuerdo de una persona no deja de dar vueltas, tanto así que ha hecho surcos a mi alrededor, quedándome sin salida alguna, sin si quiera yo haberme dado cuenta de que eso sucedía...¿Dónde estás que nunca llegaste? ¿Qué cosa tan grande te lo impidió? Mientras, te levantas, cumples tu ocho a cinco, vuelves a tu casa. Ya ni una palabra te ronda.
Coño. ¿Qué pasa? ¿Dónde dejé a Jo? ¿Dónde está la ambición y el sueño? En momentos así, me pregunto cómo sería dejarlo todo, comenzar a explorar otro rumbo y dejar las cosas surgir...pero, ¿cómo se hace eso? Quiero volver a la universidad: allí todo era más simple.

Y si nada de esto hace sentido, ha de ser la hora y el exceso de cafeína.


foto de : charlotte whitmore

viernes, mayo 05, 2006

a room in that old apartment

Yesterday traced
seasons of cold
‘Winter’s coming’
it said.
‘I know’
I answered,
‘Footprints never lie
but words are a pocketful
hiding in my hand
waiting in silence
to keep me warm'.

jueves, mayo 04, 2006

pregunta


si estando no se está
no estando,
¿se estará?


foto por: hemera


lunes, mayo 01, 2006

para reir un ratito...

Como una nota aparte e interrumpiendo un poco la retahíla de poemas que he publicado últimamente, comparto con ustedes algo que me envió una ex profesora y buena amiga, Yolanda Izquierdo. Como ella misma me dijera: cualquier coincidencia con la realidad no es para nada intencional .... ;)



La mujer se desesperó. "Y mientras tanto qué comemos", preguntó, y agarró al coronel por el cuello de la franela. Lo sacudió con energía. ­"Dime, qué comemos". El coronel necesitó setenta y cinco años, ­los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto­ para llegar a este instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder:­ "Mierda".

El coronel no tiene quien le escriba, del Gabo.
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