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un país se construye bajo mi piel,
aunque todo tiemble.
tiembla mi voz
cuando pronuncia su nombre,
tiemblan mis manos al tocarlo en mi.
se desvisten los por qué
y los cuándo,
sólo existen el dónde y el cómo.
asfíxiame la espera,
sacúdeme el olvido hombre
que la hembra está servida.
en la oscura habitación
de la oscurecida niña
que ande la oscuridad a tientas
hasta aparecer tu voz.
que en un segundo viaje la sílaba
y salive la boca.
ven,
sílbame un poco al oido.
si si si susurra este silencio.
silénciame la sílaba,
llámame tierra,
calladamente hazle rebelión
a todos mis cimientos
porque ninguna fórmula es exacta
en la ciencia de tus ojos.
no preguntes:
todavía no sé cuántos adioses
caben en la boca,
pero de vez en vez
los dibujo con el miedo de una principiante
y te renuncio.
en otras ocasiones te sospecho
y digo,
antes de cualquier conspiración,
láteme
hospédate aquí en mi cuerpo
sin importar qué palabra falta
o quién nos roba este minuto.
aunque todo tiemble.
tiembla mi voz
cuando pronuncia su nombre,
tiemblan mis manos al tocarlo en mi.
se desvisten los por qué
y los cuándo,
sólo existen el dónde y el cómo.
asfíxiame la espera,
sacúdeme el olvido hombre
que la hembra está servida.
en la oscura habitación
de la oscurecida niña
que ande la oscuridad a tientas
hasta aparecer tu voz.
que en un segundo viaje la sílaba
y salive la boca.
ven,
sílbame un poco al oido.
si si si susurra este silencio.
silénciame la sílaba,
llámame tierra,
calladamente hazle rebelión
a todos mis cimientos
porque ninguna fórmula es exacta
en la ciencia de tus ojos.
no preguntes:
todavía no sé cuántos adioses
caben en la boca,
pero de vez en vez
los dibujo con el miedo de una principiante
y te renuncio.
en otras ocasiones te sospecho
y digo,
antes de cualquier conspiración,
láteme
hospédate aquí en mi cuerpo
sin importar qué palabra falta
o quién nos roba este minuto.