martes, septiembre 22, 2009

Más allá de la piel

El lenguaje más erótico de un cuerpo ¿no está acaso allí, donde la vestimenta se abre? En la perversión (que es el régimen del placer textual) no hay zonas erógenas; es la intermitencia, como bien lo ha dicho el psicoanlálisis, la que es erótica, la de la piel que centellea entre dos piezas (el pantalón y el pulóver), entre dos bordes (la camisa entreabierta, el guante y la manga); es ese centelleo el que seduce, o mejor la puesta en escena de una aparición-desaparición. El placer del texto es ese momento en que mi cuerpo comienza a seguir sus propias ideas.

El placer del texto (The pleasure of the text)
Roland Barthes
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