domingo, mayo 09, 2010

él

él me huele
a abrazo de sol,
a la cosquilla
casi olvidada
mirándome
desde adentro.

por eso me tejo
estas manos
y con ellas
cada noche
construyo su nombre.

ya no sé de caminos
sólo de puentes,
pero si un día
la caricia se atreve
cruzar
el abismo oscuro
del tiempo y el espacio,
pero si un día
la caricia se atreve
a anidar
en sus manos,
andaré descalza y sin prisa
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