jueves, agosto 02, 2007


el día bisagra
y se abre lento.
mis ojos palpan
la revalación de tu voz,
el calor denso de tu pubis
me confiere
-hogar-
tus vellos.

un hilito en rastro de abrazo
me teje a tu espalda,
el calor denso de tu cuerpo
me confina
-perdición-
a tu cuello.

el día bisagra
y me abres lenta.
¿acaso apetece
tu nombre mi sexo?
la noche bosteza,
duerme el sueño.


foto obtenida de: http://perso.wanadoo.es/manholmar/fotoshtm/fjulio/bisagra.jpg

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La idea del día abrirse como una ventana en cámara lenta está divina. Como abrir los párpados poco a poco para absorber la luz o aclimatarse a la oscuridad.

El cuello guarda un olor intenso, más donde se une con el pelo. :)

viernes, agosto 03, 2007 1:28:00 p.m.  
Blogger Samuel Medina said...

Para mí que no es el nombre el que apetece. What's in a name afterall?

viernes, agosto 03, 2007 9:10:00 p.m.  
Blogger solo joe said...

bien

viernes, agosto 03, 2007 9:23:00 p.m.  
Blogger  said...

pos si madam...el cuello es una de mis debilidades..hugrar su olor y por ahi seguir.

samuel...coincido contigo...quizas la palabra hombre tendria mas fuerza en ese verso, quizas otra palabra le haga justicia al contexto.

gracias por visitar..

viernes, agosto 03, 2007 9:24:00 p.m.  
Blogger sauldadá said...

hey! me gusta este poema, el ritmo es nitido, smooth como un buen single malt scotch. que nice verte el otro dia. take care

miércoles, agosto 08, 2007 8:40:00 p.m.  
Blogger no apta para la humanidad said...

pues sabes ¿qué? yo no coincido con lo del nombre. Arthur Miller no estuvo muy de acuerdo con la famosa pregunta de Shakespeare. Fácil descartar la importancia del nombre cuando se es joven y enamorado, pero esto depende de las circunstanias. Que le pregunten a John Proctor si su nombre tiene o no importancia.
En cuanto a este poema, a mí me gusta esos versos."tu nombre" y todo lo que ese nombre encierra ( todo lo que se es y lo que no se es) "apetece mi sexo". Genial. Eso es desear con TODO. Pero más aún, me gusta el uso de esa palabra porque dentro del lenguaje "nombramos" las cosas, se distiguen, se clasifican. Nombrar es dárle forma a algo, es pronunciarlo. Y como señalan algunos filósofos no es que el idioma nace de la realidad, sino que la realidad se crea en el lenguaje.
El hecho que un "nombre" fácticamente no puede "apetecer" algo no debe de ser un obstáculo para la poesía, que, si yo no he malentendido se nutre de la magia de las palabras.
Pero then again, yo no soy poeta.
Es tu poema y si consideras que eso tal y como está escrito no tiene sentido, pues lo cambias. Es tu obra. Pero a mí, con toda mi no-poeticidad e ingenuidad, me gusta así.

viernes, agosto 10, 2007 4:31:00 p.m.  
Blogger Ana said...

Muy intenso.
Me gusta mucho lo que encuentro por aquí, sangran tus letras.

miércoles, agosto 22, 2007 6:46:00 a.m.  

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