miércoles, julio 19, 2006

con su bola roja


Presentando la colaboración del escritor puertorriquenho Carlos Esteban Cana para Comentario. Espero disfruten el escrito tanto como yo.



Con su bola roja

La quise tomar inmediatamente que lo vi. Aquel niño, de tez morena, pelo rizado, no pasaba de los tres o cuatro años. Mientras jugaba con una bola roja en lo que podríamos llamar el patio de su casa (unas suelo árido que habían cubierto con gravilla) me obsequió una espléndida sonrisa. Eso me hizo olvidar las razones que me llevaron al lugar y le prometí una foto.

Comenzaba a sacar la cámara cuando recibí una llamada del periódico. Tuve que alejarme para poder recibir la señal adecuada. Intentaba escuchar lo mejor que podía cuando un estruendo detonó.

Después del aturdimiento inicial un intenso zumbido permanecía en mis tímpanos. La bola aún rebotaba cuando se detuvo en mis pies. Quise colocarla cerca del niño cuando cumplí.

Así, con un calce que hacía referencia al conflicto bélico, salió reproducida en muchos periódicos del planeta, la foto que había titulado "Promesa".

© Carlos Esteban Cana, 2006

foto de: marco pozzo

8 Comments:

Blogger PEREGRINO said...

Mil aplausos por reproducir esta colaboracion de Carlos. De igual manera, una ovacion de pie al presentar con mucha sensibilidad la congestion de problemas belicos que estamos sufriendo mundialmente. A veces quisiera hacer como Mafalda en esas caricaturas, gritarle a esos paises que todo el mundo desea estar en PAZ.

Brindo por la paz en el mundo entero...

miércoles, julio 19, 2006 9:15:00 p.m.  
Blogger Yiara Sofía said...

Respetado Carlos Esteban Cana...la sensibilidad en estas letras sobrepasan lo que yo pueda escribir para exaltarlas. Me tocó hondo...la inocencia existe y muere en los lugares donde los "grandes" deciden jugar sus juegos de poder. Bravo!...Bravo Ojitos por invitarlo acá. Abrazos a ambos.

miércoles, julio 19, 2006 11:22:00 p.m.  
Blogger no apta para la humanidad said...

Wow...
Simplemente hermoso. Un destello de humanidad, de esperanza dentro del abismo de la guerra. La promesa de que no todo está perdido.
Me encantó la forma que está escrito...tan delicado pero tan fuerte. Pero creo que no es de esperarse menos viniendo de un autor de la calidad de Carlos Esteban Cana.
Este cuento y la realidad que presenta me hizo recordar una frase de la nueva película de Benigni El tigre y la nieve, que toma lugar en Irak: "¿Cuándo aprenderemos?"
Saludos a ambos

jueves, julio 20, 2006 12:09:00 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

"unas suelo árido..." ???
Esto no suena bien.

jueves, julio 20, 2006 9:47:00 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Anónimo, gracias por la indicación.
Debe leer "un suelo árido".

CEC

Gracias a Peregrino, Madam, Yiara, Antoine, No apta... ojalá que nuestros deseos de paz se reciban en esos lugares que tanto lo necesitan.

Y a Jocelyn por darme este privilegio de publicar en Comentario.

Carlos Esteban Cana

jueves, julio 20, 2006 10:32:00 p.m.  
Blogger Ana María Fuster Lavin said...

Carlos Esteban Cana, soy su fiel lectora. Impactante, de fuerza y sensibilidad. Ilusión, esperanza, paz.
Cuentista, eres un maestro

viernes, julio 21, 2006 7:22:00 a.m.  
Blogger Antagónica said...

que retrato mas triste, con cuanta crudeza viven estos niños

domingo, julio 23, 2006 5:21:00 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

que dolor esta realidad humana...

lunes, julio 31, 2006 1:03:00 a.m.  

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