saltar dentro del mapa
Me preguntaba hoy, que de todos los lugares que he visitado, cuál sería el momento -en términos de tiempo/espacio- al que querría volver nuevamente. La respuesta fue simple: Memorial de las Américas en Sao Paulo, Brasil. Allí lo tenía todo: la arquitectura que amo, la obra del maestro Niemeyer, la compañía de buenos amigos, el acervo cultural de todos los países de América Latina, y aquella mano enorme y yo abrazada a ella. Igual de inmensa esa plaza, tan vacía y tan solitaria, tan llena a la misma vez de posibilidades. Ese día la plaza era mía. Y se sentía bien estar sola: estaba en control.
fotos por Jocelyn Pimentel
posted by jô at 31.1.06
9 Comments:
VOLVISTE!!!!!!!!!!!!!!!
No lo puedo creer! El dia se me mejoró completamente
Definitivamente en algún punto de mi vida tendré que conocer a Brasil...algún día...
Lo cierto es que existen muchos puntos de contacto entre ambos países. Fue algo que me tomó por sorpresa.
Ojitos, ¡qué bueno que regresaste!
mira , un angel y un navegante (cieloo y agua) y la tierra como la que añoras, representada por los deseos de otra buena amiga.
Sientes el tibio y sincero abrazo de bienvenida que te estamos propiciando, ojitos de mar(caribe)
Lo sientes ??
Pero qué suerte, otra vez por aquí, y ya empezamos a esciribir pasión y sutileza, has vuelto con todo, qué placer chica. !!!!!!
31 de enero, el fin del primer mes del año y el día que escoges para recomenzar a compartir tus escritos! Gracias por llenar los días con hermosas y bien sentidas letras! Sigo leyendo, Yiara.
P.D. Las fotos (todas) están bellas!
Welcome back. Toy loco por ir pa Brasil.
Aquí va tu autógrafo
Para los ojitos (u ojito, o quizá la ojitos -Yo qué sé). Lo tuyo se llama "saudade" por algo que aún esperas y no ha llegado. No desesperes...
ERnEstO
Su regreso huele a fiesta, compañera / No escribo mucho pero siempre echo un ojito por acá / Me gusta su escritura con tacto. Se recompone el vecindario.
Salú.
Tu erotismo agita.
Durante mis años en Connecticut, sentí curiosidad por visitar el pueblo de Niantic. Tan pronto compré mi automóvil ese fue mi primera aventura. ¡Y vaya que aventura! Transitando por la Interestal 95 Norte, llegué al puente sobre el Connecticut River. Impresionante desembocadura al mar. Un puente con barandas tan pequeñas, que me pareció adentrarme al mar y subir al cielo. Todo sin apoyo como levitándome. Me impactó tanto, que no disfruté mi visita a Niantic por el sólo pensar que tendría que cruzar el puente de regreso. Esa imágen siempre quedó grabada en mí, pues quería algún día regresar y conquistar ese miedo. Diez años más tarde regresé a Connecticut, y una vez más, tan pronto compré un auto, arranqué hacia el puente sobre el Connecticut River. Lo pasé. Pero había sido rediseñado y ya no representaba el reto pavoroso aquel; pero lo pasé. En 1998 me topé con el Sky Niddle Bridge de la Bahía de Tampa. ¡Wao! Tengo que regresar a Tampa.
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